jueves, 8 de julio de 2010

Flora
Este lugar presenta una diversidad increíble de especies vegetales amazónicas: 300 especies de orquídeas, 30 especies introducidas, 38 variedades de heliconias, 70 variedades de bromelias; además existen algunas especies de cicadáceas traídas de bosques deforestados como la mayoría de las
especies endémicas.
En el tiempo transcurrido desde 1980 el bosque se ha regenerado de tal forma que ha dado lugar al crecimiento de especies arbóreas nativas de la amazonía como: laurel, aguano (sp. en extinción), caoba blanco, sandi,
chuncho, huambulo, canelo, jatuncholo, boya, achotillo, balsa, cedro, canelo, café, ceibo, algodón, tucuta, caucho, palo cruz, zapote silvestre, arrayán, cuero de sapo, cabo de hacha, roble ornamental, moral fino, roble rojo, roble Rosado entre otros.
Los cristalinos riachuelos existentes en el trayecto de los senderos son una clara evidencia de la gran humedad de este atractivo turístico.
El Jardín Botánico "Las Orquídeas", cuenta además con un sector destinado al cultivo de especies comestibles como yuca, papa china, zanahoria blanca, almendras, canguil, maní de monte, culantro de monte, zapallo, vainita, y otros

ORQUIDEAS EN PASTAZA













La orquídea, para tantos simplemente una flor exótica y cara, pertenece, por una gran diferencia, a la familia más numerosa del reino vegetal, pues de cada diez especies de plantas una es de orquídeas.

En el planeta Tierra, de las 280 000 plantas vasculares conocidas, 28 000 son especies de orquídeas; esto sin contar que el hombre las ha hibridizado por 150 años y ha registrado más de 150 000 nuevos cruces.
Resulta extrañísimo que, a pesar del increíble número de especies e híbridos, la orquídea sea literalmente desconocida en muchas partes del mundo y solo la encontremos como la flor más cara en floristerías, cultivada en los jardines botánicos y, ocasionalmente, en colecciones privadas.
Según proyecciones científicas, no es descabellado pensar que en nuestro país una de cada cuatro especies es de la familia de las orquídeas. Pero muchas personas nacidas aquí dirían que casi nunca han visto una. Sí, entre los ecuatorianos, la orquídea es bastante ignorada y esto resulta extraordinario si consideramos que en los bosques primarios del Ecuador se han identificado, a la fecha, 4 187 especies (y se estima que sobrepasarán las 5 000), lo que representa cerca del 60% de las especies identificadas en América del Sur y 40% de las especies del continente americano.
El Ecuador es el país con la mayor biodiversidad del mundo tomando en cuenta su reducida superficie geográfica, por esto, hace treinta y cinco años, los gobiernos de Dinamarca y Suecia y el Jardín Botánico de Misuri decidieron recopilar y publicar la obra completa de la flora del Ecuador.

A la fecha ya se han publicado, aproximadamente, 40 volúmenes que tratan de 45 familias de plantas; el total estimado será de 110 volúmenes, sobre 200 familias. Un estudio actualizado sobre la flora ecuatoriana clasificada determina la existencia de 17 000 especies. De estas, la familia de plantas con el mayor número de especies corresponde a las orquídeas, cantidad equivalente al 24% de la flora nativa ecuatoriana descrita.
Si hay tantas orquídeas en nuestro territorio, y si de cada 10 especies de plantas silvestres 4 son orquídeas, ¿por qué no las vemos con facilidad en nuestros paseos por los bosques nativos?
Las orquídeas sí están, pero nos falta el conocimiento y el entrenamiento para reconocerlas. Están en todos los sitios donde la naturaleza no haya sido talada o quemada. Las encontramos desde el nivel del mar hasta los pajonales a 4 200 metros de altura. Crecen sobre los árboles, en los flujos rocosos de lava volcánica, en los despeñaderos y quebradas, en los taludes de los carreteros y, más de 400 especies, en el piso de los bosques y pajonales nativos.
La mayoría de las especies de orquídeas no son atractivas para los humanos, pero sí para los insectos y colibríes. Estos se acercan a las flores para buscar alimento, entonces, el polen se pega en diferentes partes de su cuerpo y más tarde es llevado por el animal a otras flores de orquídea, colaborando así, sin proponérselo, con su polinización y reproducción




jueves, 15 de abril de 2010